lunes, 2 de febrero de 2009

Nada


Polvo somos y en polvo nos convertiremos. Surgimos de la nada como si fueramos espectros y no somos más que eso, seres solitarios, olvidados y angustiados. No somos más que una insignificante mota de polvo en la inmensidad del espacio. No somos nada y creemos ser mucho. Sin embargo en cada uno de nosotros hay todo un mundo, insignificante y a la vez inmenso. ¿Y como se puede ser algo y a la vez no ser nada? Miles de gotas de agua forman enormes cascadas, miles de piedras hacen surgir grandes murallas y en nosotros miles de cosas diminutas nos componen. Somos todo aquello que nos rodea, somos nuestros pensamientos y somos nuestros miedos. Somos cada recuerdo que tenemos, cada paisaje que hemos visto, cada persona con la que hemos reido y con la que hemos llorado.
Somos cada forma de vida, cada palabra, cada sentimiento, cada escalofrío y cada suspiro. Y por eso aunque vistos desde arriba no seamos nada, vistos desde abajo somos mucho. Así podemos ser algo insignificante y algo inmenso al mismo tiempo. Podemos ser una gota de agua, una hoja caída o cada sonrisa que nos han regalado, haciendonos así más grandes o más pequeños.

Gracias a la gente que me ha hecho a mi más grande y gracias a todas las cosas que me han hecho pequeña.

3 comentarios:

  1. Hola:D
    Veo que has empezado a publicar tus relatos^^ Vanessa Montementirosa o era Ignacia Facundina...da igual (te tenemos que buscar un pseudonimo mejor)xD
    Me gusta mucho el texto es muy....tú :p

    Mañana nos vemos.
    Saludos

    ResponderEliminar